Antes de llegar a Kyoto, cargados de maletas, hicimos una parada en Okayama para ir a ver el castillo y su magnífico parque, además de comer el típico helado de melocotón (Momotaro es de Okayama!). Mientras comiamos comenzó a llover, pero menos mal que cuando salimos ya casi no llovía e íbamos con paraguas.
Tras la visita de Okayama (donde comimos omuraisu), cogimos ya el tren que nos llevaría a Kyoto. Una vez en Kyoto, como siempre, fuimos rápidamente al albergue a dejar las maletas. Esta vez la habitación era la típica japonesa y dormimos en futón durante nuestra estancia en Kyoto.
Mi amiga contacto con un amigo suyo que justamente estaba estudiando en Kyoto, así que nos fuimos a la torre de Kyoto. Como ya había anochecido, cuando subimos se veía toda la ciudad iluminada. Era una pasada que estando a 131 metros y mirando a cualquier sitio desde la torre no se veía el fin de la ciudad. Fue algo precioso.
Al bajar, buscamos sitio para cenar, pasamos por un combini para nuestra rutina diaria y nos fuimos a dormir prontito para al día siguiente madrugar.
6 comentarios:
Gloom, que precioso en serio, con cada entrada me quedo con más ganas de ir ;w; y qué hermosa vista, me estoy apuntando todo lo que has visitado para ver si algún día llego a ver el mismo paisaje y las fotos preciosas <3
que guay, eso de poder probar a dormir en futon, todo un puntado jeje. Me encantan las fotos, la del chico y la chica jugando con las pompas es preciosa *o*
un saludo¡¡
que guay, eso de poder probar a dormir en futon, todo un puntado jeje. Me encantan las fotos, la del chico y la chica jugando con las pompas es preciosa *o*
un saludo¡¡
pero que envidiaaaaa T-T que grandes fotos
Qué preciosidad!!! Me alegro muchísimo que lo pasárais genial!!
Me muero de envidia, es tan bonito! *O*
Tengo muy claro qué blog y a quién preguntaré si voy para allá. Desde luego es que tu ruta es una delicia. ¡Me encanta! Apuntaré lo del futón
Publicar un comentario